domingo, 3 de abril de 2011

Tras el rastro de la Bestia

Durante el turno de guardia de Frida algo turba el descanso de los durmientes, un extraño sueño en cual a cada uno de ellos le sucede lo siguiente: “Te despiertas al escuchar algo parecido al aullido de un lobo pero mucho más aterrador e inquietante, a pesar de esta intranquilidad que te produce este sonido te diriges a investigar en el interior del bosque y allí encuentras a una especie de criatura lupina de casi dos metros y medio de altura y enormes colmillos. Esa Bestia tiene un cadáver medio devorado a sus pies y con un horrible sonido separa el tórax de su pobre victima arrancándole el corazón. En ese momento levanta la vista y te ve” momento en que Frida asombrada ve como sus compañeros se despiertan entre sudores y visiblemente asustados. Mientras le intentan explicar lo que ha pasado escuchan aullidos de lobos a lo lejos en el bosque y Dardo decide ir a investigar dándose cuenta de que es una manada de lobos cazando que se dirigen hacia la zona donde está el campamento del grupo, así que da la voz de alarma y todos se suben a los arboles desde donde ven pasar, por el medio del claro en donde estaban acampados, a un gran ciervo perseguido por un manada de lobos liderada por un gran huargo negro.

Una vez que este grupo de lobos se pierde en la lejanía deciden esperar a que pase la noche y seguir el origen de la manada para averiguar si está vinculada al enorme ser lupino que vieron en sueños. Así Dardo ejerce de rastreador y sigue el rastro de los lobos averiguando que se adentran en el Valle de la Bruma, donde seguramente tendrán su guardia y además encuentra de nuevo las huellas del enorme ser bípedo que ataco y asesino sin piedad al Prior del Templo de Chauntea, el buen Gharrison del Trigo Maduro, huellas que sin ninguna duda se dirigen hacia el pueblo de Riba de Ashaba. Una vez que el resto del grupo es puesto al corriente todos se dirigen en esa dirección y pronto abandonan el bosque llegando a una zona de campos labrados, bosquecillos y pequeñas cercas que separan unos terrenos de otros, pero todo muy solitario ya que casi no ven a nadie como si fuera un día de fiesta. Pronto llegan a la cercanía del puerto y pasan al lado de una pequeña casa con un porche donde un anciano en una mecedora les grita: “¡Parecéis otro grupo de ingenuos que viene a iluminar a unos tontos pueblerinos, o acaso sois aventureros que vienen a acabar con la Bestia de los Paramos, si… con la Bestia que ha regresado!” pero antes de poder interrogarlo una matrona sale del interior de la casa y mete al anciano dentro riñéndolo por molestar a la gente. Al mismo tiempo por el camino ven llegar una alta y robusta figura cubierta de pies a cabeza con una cota de placas negra, en su yelmo y su escudo tiene un emblema de la cabeza de un caballo bufando, el símbolo de los famosos Jinetes del Valle de la Bruma. Se presenta como Frederick Menzlor y los interroga acerca de su presencia en el Valle de la Bruma, ante lo cual Dardo le muestra el salvoconducto sellado por Lord Mourngrym y ante este documento el jinete les indica la dirección de una posada cercana llamada El Ciervo Blanco a donde acudirá mas tarde con su capitán. Así que los héroes se dirigieron hacia allí aunque antes decidieron hablar con un par de pastores averiguando que en la zona cada vez se producen más ataques de lobos al ganado.


Siguiendo el camino señalado por el Jinete pronto ven un edificio de dos plantas con jardineras de flores en las ventanas y muros pintados con cal blanca con un cartel con un ciervo dibujado colgado encima de la puerta de roble. Una vez dentro de la posada les atiende el camarero que se presenta como Sverlor Shielden, que dice ser primo de el dueño Jofifo Arpescud que se encuentra de viaje, y se sienta con ellos a hablar preguntándoles acerca de que les trae por el pueblo amen de contarles algunos rumores de la zona. Después los deja comiendo y sigue con sus quehaceres y al poco rato un hombre de mediana edad vestido con ropas de buen corte entra hecho una furia en el local agitando un papel en la mano y gritando: “¿Donde están los carteles que he puesto en las calles? ¿Es que nadie me cree? ¿Hay algún verdadero hombre que quiera trabajar para mí? ¿O sois todos una pandilla de cobardes? ¡Pagaré 300 leones de oro por el trabajo, lo juro!”. Y mira para los pueblerinos que agachan la cabeza y lo ignoran como si el hombre no estuviera bien de la cabeza. Cuando Sverlor lo va a echar de la posada el grupo lo impide y llevan al desconocido hasta su mesa donde este se presenta como Joustler Kingdenner, un hacendado local que está desesperado por encontrar a su esposa desaparecida, la bella Mayberry Heggem, supuestamente secuestrada hace dos noches aunque el hombre les dice que se despertó tumbado en el suelo con un golpe en la cabeza y sin poder recordar lo sucedido. Al comunicar lo acontecido a las autoridades y a la gente del pueblo esta extrañamente le ha ignorado y les comenta que últimamente los habitantes se comportan de una manera un tanto apocada e indiferente. Al escuchar sus palabras los héroes no dudan en aceptar el trabajo y rápidamente lo acompañan a la mansión de los Kingdenner, situada a las afueras del pueblo, para investigar los hechos. Y así mientras Dardo explora los alrededores de la bella mansión y habla con los sirvientes de Lord Jousterd el resto se dispone a buscar la única pista que tienen, un antiguo libro que Mayberry estaba leyendo y se encuentra en la biblioteca de la casa escondido entre cientos de libros siendo la única referencia que tienen que en la cubierta tenia grabada unas runas elficas que el noble les dibuja y que Talkur identifica como Guardián del Camino libre, o Guardián del Paso Seguro. Una vez que lo encuentran y cuando están intentando descifrarlo escuchan gritos de socorro provenientes del piso inferior y al llegar a las escaleras ven a unos hombres con cabeza de bestia y vestidos con largas túnicas atacando a Lord Jouster. Antes de poder reaccionar uno de ellos lo agarra en brazos y se lo lleva corriendo a velocidad sobrehumana mientras los otros tres suben las escaleras golpeando con saña a la valiente Frida que cubre con su cuerpo a Talkur para que este pueda invocar su poderosa magia y deje dormidos a los extraños seres; Mientras en el exterior Dardo ve al hombre bestia correr cargado con un cuerpo ante lo cual rápidamente coge su arco y dispara varias flechas certeras que hieren al ser y le hacen abandonar el cuerpo inconsciente huyendo hacia el interior del cercano bosque.

Despues de comprobar que el noble se encuentra bien los héroes deciden seguir el rastro de sangre que deja el hombre bestia y aunque les cuesta más de lo que pensaban finalmente las huellas le llevan hasta la entrada de una caverna. Deciden entrar en silencio y tras acabar con un grupo de goblins encuentran un pequeño altar con un símbolo de Malar el dios de las bestias (una garra abierta) tallada en él. Un poco mas adelante se enfrentan a dos hombres bestias que se al parecer estaban guardando el acceso a las profundidades de la caverna, y después de esto aunque con algún miembro del grupo severamente herido en la lucha continúan hacia el interior….

4 comentarios:

  1. ¡Ja ja! (en plan héroe peliculero de los 50´s)
    Que se vayan preparando esos lupinos enemigos...no pienso volver a mostrarles el cuartel que les di el otro dia!!!
    Un saludo. Dardo del Camino Alto.

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  2. Esta sesion no estubo mal,pero la ultima fue bestial.
    Casi me los cargo a todos,jajajaja.

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